Irene Caballero Pinilla

Letrada de la Administración de Justicia

Y yo sigo aquí, esperándote…” decía la canción. Como todos los Letrados de la Administración de Justicia de “en proceso de consolidación de tercera categoría” estamos esperando al Ministerio de Justicia, porque ¿cuántas promociones llevan recomendándonos en el CEJ encarecidamente que escojamos desde el principio destinos de segunda categoría porque es inminente que se modifique el Reglamento Orgánico de nuestro Cuerpo?

Recuerdo cómo una de mis tutoras en las prácticas nos explicaba su situación y nos decía que no dudásemos en elegir juzgados de segunda si podíamos. Ella decidió quedarse lo más cerca posible de su familia, decisión más que entendible. Pero la mayoría de juzgados de tercera categoría ya sabéis cómo son: sitios pequeños, “negociar” con los compañeros de los partidos de al lado para poder cogerte un permiso, estar de guardia casi indefinidamente…

Un día, por la razón que sea, decides intentar concursar a un destino mejor y te encuentras con que es imposible, porque te has quedado a la cola en el escalafón.

¿Cuál es la otra opción? Elegir un juzgado de segunda categoría, o bien de primer destino o bien en los 5 años que te pasas en el limbo de las categorías. Juzgado que, si está vacío cuando tú escoges tu primer destino y eres el último mono, es bien porque: a) está hundido, b) está lejos de todo o c) todas las anteriores. Y estarte allí, nada más y nada menos, que ¡10 años!

¿No os llena de emoción la opción de trabajar 10 años en un Juzgado Mixto en la frontera con Francia para consolidar categorías después de haber aprobado la oposición? ¿No os parece razonable no tener categoría durante los 5 primeros años de vuestro trabajo?

No hace falta bucear mucho para encontrar cómo el Ministerio ha recogido varias veces la preocupación de tener que consolidar la tercera categoría y de la interpretación de la adquisición de categorías tras las modificaciones de 2015, y su compromiso a solucionarlo. Y tampoco hace falta mucho para encontrar cómo algunos ya lo daban por hecho hace unos años y siguen defendiendo en día de hoy que hay que tender una mano al Ministerio y tener paciencia, que las mejoras llegarán (solas, al parecer).

Ahora, parece que nuevamente el río suena, ¿será ésta la definitiva? ¿Llegará la modificación o el nuevo Reglamento antes o después del escalafón actualizado? Que desde marzo de 2019 no ha habido tiempo a publicar uno nuevo.

Y después de solucionar el tema de la categoría “limbo”, propongo la siguiente mejora: ¿qué tal consolidar por tiempo, independientemente de nuestros destinos, y dejar de discriminar a los compañeros que, por necesidad o voluntad, se quedan en destinos de tercera categoría?

tribuna libre