En el día de hoy se cumple un año del inicio de la huelga indefinida a la que nos vimos abocados los Letrados de la Administración de Justicia por el incumplimiento de unos compromisos del Ministerio de Justicia. Una huelga que, aunque al recordarla parezca que esté lejos ya, supuso la ruptura del status quo de la articulación del día a día en los órganos judiciales.

Lamentablemente, el retraso en la solución de la huelga generó unos graves perjuicios para el servicio público que de ninguna manera buscamos y que se podrían haber evitado por el Ministerio, aunque también evidenciaron la importancia de nuestro cuerpo en el funcionamiento de la Justicia.

Nos encontramos por ello con que esta efeméride se puede establecer también como el inicio del cambio de paradigma en la autoconcepción del cuerpo de LAJ.

La larga travesía por el desierto que pasamos supuso conocernos mejor, y la sorpresa de encontrar la fortaleza en aquellos que nos acompañamos en el camino, renovando la fe perdida en los momentos difíciles, con creatividad y resiliencia. Pero, fundamentalmente, también supuso la unión del cuerpo de LAJ, empezando por las Asociaciones, que supieron canalizar esta conjunción a través del esfuerzo y la colaboración de los compañeros para exigir la dignificación del Cuerpo Superior Jurídico de Letrados de la Administración de Justicia.

De unas asociaciones sin apenas peso en las decisiones ministeriales, pasamos a tener voz propia, con una identidad muy fortalecida, con nuevos lazos entre los integrantes, con un cambio de creencias muy importante. Poniéndonos en boca de la sociedad y de los medios de comunicación, como nunca antes nos había sucedido. Y ¡quién nos lo iba a decir! Convirtiéndonos, a la vez, en modelos a seguir por otros cuerpos que también realizaron sus reivindicaciones con posterioridad al Acuerdo alcanzado por el Comité de Huelga en fecha 28 de Marzo.

Queda mucho por hacer, empezando por el cumplimiento íntegro del referido acuerdo de 28 de marzo, registro civil, sustituciones, reglamento y resto de cuestiones pendientes y candentes como teletrabajo u oposiciones. Por ello, la celebración de esta efeméride es útil para recordarnos que la unión hace la fuerza. La imagen aprendida que teníamos de nuestro cuerpo ha mutado porque nuestra visión del mundo también ha cambiado. Se ha generado un orgullo de pertenencia. Se ha corporizado nuestra dignidad con vistas al futuro y a la consecución de nuevos objetivos.

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