Tras muchos meses de espera vuelve la sección UPSJ Somos y hemos querido hacerlo con nuestra querida e incansable portavoz Lidia Urrea.

Lidia es una mujer todoterreno y activa al 100%. A la pregunta de cómo es su día a día responde que es sencilla, se dedica a su familia, al trabajo y a la asociación. Veamos si es así:

lydia

Se inclinó por el derecho porque quería ser abogada pero al acabar despertó su interés por trabajar para la Administración de Justicia desde dentro y, en el camino, mientras preparaba la oposición en la biblioteca de Lérida conoció al que desde hace 28 años es su marido.

Ingresó en el Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia en el año 92 por lo que ha tenido ocasión de conocer varias jurisdicciones, menores, penal, e instancia, en la que está destinada.

Recordáis la estrofa del bolero “si tu me dices ven, lo dejo todo”, con Lidia sucede exactamente eso. Si le comentas un problema, una duda, o cualquier inquietud moverá cielo y tierra para ayudarte y no descansará hasta lograrlo. Contar con la amistad de Lidia es un verdadero lujo y en los años que se ha dedicado a la portavocía seguro que más de uno y una podéis ratificar esta afirmación.

Inquieta y perfeccionista (aunque ella dice que es porque “le gusta hacer las cosas bien”), con unas ganas tremendas de seguir aprendiendo y de enfrentarse a retos que le hagan seguir creciendo intelectualmente. Entre sus aficiones destacan la literatura, el cine, la pintura, la fotografía y los viajes.

Desde hace 9 años es miembro de un club de lectura de literatura contemporánea en la biblioteca pública de Lérida. Además de descubrir autores le sirve para ver otras miradas, ampliar su punto de vista y, por encima de todo, una constante en Lidia, el asociacionismo, el participar conjuntamente en una actividad y el enriquecimiento personal. Lectora voraz del polémico Houellebecq, del controvertido Emmanuel Carrère, especialmente su Limonov, de Sorj Chalandon y de una larga lista de autores porque está abierta a descubrir nuevas lecturas y compartirlas. ¡Qué maravilloso momento la conexión por las lecturas compartidas¡

En el cine se define apasionada del francés por el componente de denuncia o compromiso social y de emotividad. Ahora está en lista de espera para apuntarse a otro taller dedicado a Hitchcock-Truffaut. También ha hecho sus pinitos en la poesía al formar parte durante dos años de un taller, llamados “La tempestad” porque el día del recital llovía a cántaros en Lérida. Cuenta Lidia que ese día estaba temblando antes de salir a escena pero para ella no hay obstáculo cuando se propone algo. El arte le interesa porque le intriga todo aquello que no entiende, especialmente en el arte moderno, y es asidua a las exposiciones guiadas para comprender el significado de las obras. Tiene una mirada especial para la fotografía, en la que también hizo una incursión de varios años, y prueba de ello son sus presentaciones, te asombra la composición de formas y el impacto visual que consigue.

Para acabar, si quieres preparar un viaje, pregúntale a Lidia. Viajera entusiasta, se puede pasar meses organizando, consultando y preparando su próximo viaje. Nuevamente este espíritu viajero responde a sus ganas de conocer (y nos atreveríamos a decir a aprender) otros lugares, a ser posible alejados del ruido turístico, compartir otras culturas y relacionarse con la gente del país. Os dejamos con ella para que la conozcáis un poco más.

Hola Lidia, qué ganas teníamos de que llegara tu turno. La COVID ha retrasado más de lo deseado esta sección y nadie mejor que tú para volver a lo grande.

¿Qué tal estás? ¿Cómo has llevado el confinamiento y la situación actual?

Estoy bien. Por suerte, soy casera, así que parto con algo de ventaja para soportar el confinamiento. Pensar que mis limitaciones son en beneficio de todos, también me ayuda a ir pasando los días.

¿Eres de las que piensa que nos cambiará?

Como personas creo que el Covid no nos cambiará nada. Dicen que es más difícil desaprender que aprender, y llevamos muchos años con un sistema de vida excesivamente individualista.

Pero en nuestro ámbito, sí creo que el Covid dejará su huella, en forma de avances importantes en tecnología. Las notificaciones y juicios telemáticos me parecen lo único positivo de esta situación y al menos nos acercan, aunque aún estemos a años luz, al nivel tecnológico de la sociedad.

¿Por qué te afiliaste a UPSJ?

Tenía claro que me afiliaría porque yo creo profundamente en el asociacionismo, que en definitiva es unirse a otros con quien tienes intereses afines. ¿Y que es UPSJ, u otra asociación sino un grupo de tus compañeros que colaboran entre sí para conseguir objetivos comunes ?

Puede que se desconozca que las Asociaciones carecemos de cualquier tipo de subvención y que nos financiamos con las cuotas de los compañeros afiliados. Sin las pequeñas cuotas de afiliación, no existiría ninguna asociación de LAJs, ni por tanto, ningún representante que planteara nuestras reivindicaciones. Es importante saber también que la mayoría de equipos ministeriales no cuentan entre sus altos cargos con Letrados de la ADJ.  ¿Quién nos defendería si no existieran las Asociaciones?

Creo que es negativo para nuestro colectivo, que la mitad de nosotros no esté afiliada. No afiliarse tiene un significado político, y la Administración lo interpreta como le conviene. No hay que dar cancha a argumentos como que hablas por unos pocos, pero hay muchos otros que no se quejan.

Luego, sí, aposté por UPSJ, porque era la única  alternativa al “status quo”. Nuestros Estatutos me parecieron y me parecen participativos y modernos. Las asambleas telemáticas hace años que existen en UPSJ. Y después de pasar por el Comité Permanente, y el Secretariado Ejecutivo, sigo en UPSJ porqué es la misma asociación a la que me afilié hace más de 20 años. Nunca me ha defraudado. Su línea de actuación me parece coherente con sus objetivos desde sus inicios. Es imposible ser más democrático ni participativo.

Y luego me acabé de enamorar de UPSJ cuando fui a mi primer Congreso. Allí me di cuenta de que en la UPSJ había gente que afín a mi manera de ser y pensar. La Asociación también tiene ese componente de protección, de compañerismo, de no sentirte solo con tus problemas profesionales. Por eso, siempre recomiendo ir a un Congreso si hay dudas sobre a quién afiliarte.

A propósito de Congresos, el de Vigo se tuvo que cancelar por la situación sanitaria. Lo esperamos con muchas ganas, ¿habéis pensado cuándo se podrá volver a programar?

En cuanto se levanten las medidas restrictivas de la pandemia. Tenemos los hoteles bloqueados, el programa definido, y las sorpresas preparadas. Esperamos que el Covid nos deje celebrarlo el próximo 2021. ¡Esperamos ser muchos!

Imaginamos que como portavoz habrás pasado por momentos buenos, no tan buenos y otros agridulces. ¿Qué valoración haces? ¿En qué crees que como colectivo hemos podido avanzar durante este tiempo y cuáles siguen siendo las asignaturas pendientes?

Portavoz significa ser la voz del resto. Conmigo en el  Secretariado Ejecutivo están ocho compañeros maravillosos, igual de implicados que yo.

Los buenos y malos momentos de Portavoz no existen o no cuentan, cuentan los buenos y malos momentos de UPSJ. Cada vez que formulamos una petición al Ministerio que ni siquiera se debate, es un mal momento para la UPSJ, porque ponemos en todos los proyectos la máxima ilusión.

¿Qué dirías a todas esas voces que dicen que las asociaciones no hacen nada?

Está claro que quien lanza esta afirmación es alguien que mira las Asociaciones desde fuera, sentado en su sofá, y comiendo palomitas. Si una Asociación trabaja o no, lo podrá opinar el afiliado.

Al respecto, creo que se confunde trabajar con conseguir. La Asociación trabaja cuando realiza propuestas proactivas para mejorar nuestras condiciones, cuando contesta los traslados que se le remiten, cuando participa en todos los grupos de trabajo a que es invitada, y desde luego, cuando apoya y ayuda a sus afiliados.

UPSJ no solo cumple todas estas condiciones, sino que busca el apoyo fuera del Ministerio, además de luchar para que los LAJ seamos más visibles ante la opinión pública. Ahora bien, tema diferente es que nuestras propuestas se acepten, porque no tenemos el poder político de decidir. Tenemos el poder de proponer, que es mucho; el poder de informar de forma veraz sobre los temas que nos afectan a nuestros afiliados, lo cual no es menor; y tenemos el poder de promover acciones en defensa de nuestros intereses, aunque su éxito no depende solo de UPSJs, sino del seguimiento del resto de LAJs.

¿Cuál crees que es el principal problema del Cuerpo de Letrados y Letradas de la Administración de Justicia y qué propondrías para solucionarlo?

Desde mi punto de vista, tenemos dos problemas importantes, que veo interrelacionados.

El primero es la falta de adecuación salarial y  la cerrazón de los  sucesivos Ministerios de Justicia a entender que ello es la causa de tanta desmotivación entre nosotros. Parece que no existe el momento oportuno para hablar de dinero, molesta hablar de dinero, cuando en realidad, el dinero otorga importancia y reconocimiento social a las competencias asignadas a un puesto de trabajo. Quién piensa lo contrario, desprecia el valor de la motivación en el trabajo, algo impensable hoy en día si se quiere gestionar los recursos humanos de forma eficiente.

El segundo problema es la pasividad del colectivo. Por la dispersión, el desencanto e incluso la falta de consciencia de algunos de nosotros de la importancia del LAJs en la organización judicial. Con lo cual, una parte no quiere, pero otra no cree que tenemos armas para presionar. Yo pienso que quién maneja los 8.000 millones de euros de la caja, el que organiza Oficina, el que impulsa el procedimiento de producción y nos conecta con el exterior, ¿algo pintará, verdad? Cuando nos creamos que somos importantes y usemos nuestra fuerza, podremos pasar del “pedir”  al “exigir.

El primer problema lo podremos atacar, cuando tengamos solucionado el segundo. Nadie regala nada, somos nosotros los Letrados de la Administración de Justicia quienes tenemos que defender nuestros derechos. UPSJ nunca ha abandonado la lucha y está dispuesta a todo.

En estos meses estamos inmersos en una auténtica vorágine de proyectos legislativos, ¿qué aspectos consideras que habrían de abordarse ex lege ferenda para conseguir una justicia eficiente y de calidad y qué papel podríamos tener en los mismos los letrados y letradas de la administración de Justicia?

Me enfado con la vorágine de proyectos que se aprueban y no se cumplen, o se quedan a medias, como es el caso de la Ley 20/11 de reforma del Registro Civil. Hay que consolidar los pasos para avanzar. Mejor que se apruebe poco, bueno y bien. Aprobar una ley y no aplicarla, es como conseguir una sentencia que no se ejecuta, los LAJs sabemos que el secreto está en la ejecución.

Para que la Justicia sea más eficiente y de calidad, de momento no necesitamos aprobar ninguna ley, necesitamos que se concentren los recursos y las energías en implantar en todo el territorio el expediente judicial electrónico y la Oficina Judicial bien dotada y bien diseñada ( hay que revisar muchas RTPs).

Sobre el papel del Letrado de la Administración de Justicia, impulsamos las nuevas tecnologías y dirigimos los Servicios comunes. Está claro que somos la estrella del cartel en todo esto.  Ninguno de estos proyectos ya aprobados funcionaria, tampoco los Tribunales de Instancia que ahora se plantean, porque necesitan la Oficina Judicial para que el organigrama sea completo.

Pero repito, sin personal motivado, ningún proyecto funcionará.  Urge que todo lo que se proyecte o implante tenga su reconocimiento económico, sin excusas.

Los que te conocemos sabemos que cuando te implicas en un proyecto lo haces hasta el final. ¿Te has arrepentido alguna vez de no haber dicho no?

Nunca me he arrepentido, escucho más al corazón que al cerebro, y me parece que me equivoco menos. Además, me encanta aceptar retos. La palabra fracaso no existe, existe la palabra experiencia. Los retos me mejoran como persona, lo doy todo para conseguirlos, no pienso tanto en el resultado como en lo que yo aprendo al enfrentarme al reto.

¿Cuál es el “my way” de Lidia?

Intento ser coherente en todas las facetas de mi vida, la personal, la familiar y la profesional. Mi fórmula seria: ser consciente que soy imperfecta, y que por tanto la disculpa es necesaria; intento ser sincera al 100%, sobre todo conmigo misma; le añado a todo un 100% de ganas de ser útil, y luego mucho trabajar y trabajar, sin abandonar nunca la esperanza y el optimismo.

Sueles tener poemas en tu perfil de whatshapp, ¿poesía o prosa? ¿ficción o ensayo?

Por favor, me niego a eliminar ninguna opción¡ Todas son compatibles.

Si leo, voy al cine o miro un cuadro, es porque quiero sentir, emocionarme, conmocionarme y también aprender. Soy poliédrica y creo que todos lo somos también. Por eso, el arte me ayuda a conocerme y a  entender lo que me rodea. Una obra de arte, sea literatura, audiovisual o plástica, siempre nos envía un mensaje, es comunicación, y a mí me interesa conocer todas las opiniones y experiencias posibles, para enriquecerme como persona y como ciudadano. Por eso, creo que la cultura es esencial para el hombre.

Todo libro tiene su momento y la poesía y el ensayo también tienen su momento. La poesía tiene fama de críptica, pero hay poetas como Wislawa Szymborska, Jesús Linzano o Manuel Forcano que son profundos con palabras sencillas. Hay que perderle el miedo. Luego hay ensayos que es delictivo perderse, como El infinito en un junco de Irene Vallejo, o los ensayos de filosofía humanística de Josep Maria Esquirol.

En todo caso, si me pides que defina mis gustos, pues, quizás me inclino más por la ficción, y dentro de ella por los libros intimistas. Pero me gustan también autores tan diversos como David F. Wallace, Chimamanda Ngozi, Natalia Ginzburg o Montserrat Roig; y puedo obstinarme en leer  El ruido y la furia de Faulkner o el Ulysses de Joyce, solo por el placer de comprenderlas y conocer otras maneras de escribir.

El reciente Premio Herralde de Novela, Luisgé Martín, decía hace unos días en una entrevista que “las personas que no han viajado y las que no leen han vivido a medias”. ¿Compartes esa afirmación?

Totalmente, y creo que enlaza con la pregunta anterior. Leer y viajar son actividades que enriquecen porque te abren ojos y la mente.

A través de los libros vivo y siento muchas vidas diferentes. Una vez en una charla un escritor dijo que cuando se lee mucho, se es capaz de comprender y de vivir vidas más complejas. Me parece super interesante para sobrevivir en el mundo actual.

Y en los viajes conozco culturas diferentes, de las cuales puedes importar lo que desconoces y te gusta. La vida es una experiencia, cuántas más experiencias acumulas,  más parte de vida te llevas.

Cuando pensamos en ti nos viene a la mente una mujer activa al 100%, reuniones, juzgado, asociación, familia, clases de francés, inglés, club de lectura. ¿Cómo llegas a todo?

Bueno, ahora que lo enumeras todo, diría que tengo un problema de exceso de curiosidad y de sobre ocupación, nada aconsejable… Como dice Michael Houellebecq, cuando amplias demasiado tu campo de batalla, es más fácil que te derroten.

Pero es que hay experiencias muy buenas a las que no quiero renunciar, como a mi grupo de lectura. Otro ejemplo de cómo la asociación nos puede mejorar como individuos. Comentar un libro en grupo es encontrar aspectos que se te han escapado en tu lectura, es escuchar versiones sobre el libro quizás más acertadas que la tuya,  es aprender de otros  que tienen mayor bagaje literario que el tuyo; y sobre todo, es poder expresar lo que piensas y lo que el libro te ha hecho sentir. O sea de nuevo, aparece la necesidad humana de comunicar.

El modo de desconectar de Lidia es …..

Me cuesta desconectar, si uno es portavoz, es más difícil porque vives pegado al móvil. En todo caso, me desconectan tres cosas: coger un libro, ver un partido del Barça, y la naturaleza.

Si tengo tiempo salgo a pasear por el campo. Si no tengo tiempo, cierro los ojos y escucho los pájaros de mi jardín, o el silencio.

Otra de tus pasiones, viajar. Un viaje inolvidable.

Esta pregunta no debería hacerse a una adicta a viajar. Cualquier lugar es interesante cuando te encantan los viajes: una comida, descubrir una bebida, un monumento, un paraje, alguien diferente… Tengo buenos recuerdos de todos mis viajes.

Pero reconozco que los que más me atraen son las ciudades decadentes y el turismo de naturaleza, porque creo que es de lo poco auténtico que nos queda. Observar cómo conviven los animales en libertad y la potencia de la naturaleza salvaje me hace más humilde, además de hacerme reflexionar sobre cuánto daño el hombre puede causar al planeta.

Y de este grupo de viajes, escogeré mi viaje a Tanzania y en especial, a la llanura del Serengeti.

Para acabar, el cuestionario UPSJ-Somos:

Un lugar en el que perderte:

El banco en el sendero de Les Cuïrilles en la Vall de Boí, donde cada año voy a sentarme y contemplo absorta la grandeza de las montañas.

Una novela:

Cualquier novela del personaje Frank Bascombe de Richard Ford es un dardo directo a mi corazón. Quizás por la franja de edad del personaje, en especial, me encanta Acción de gracias.

Una película:

Mejor que sea cine independiente o poco comercial. Una película que me ha cautivado es Call me by you name de Luca Guadagnino; pero acabo de ver otras que me parecen buenísimas:  la polaca Corpus Christi de Boze Cialo, la francesa Los Miserables de Ladj Ly y O que arde del gallego Oliver Laxe.  A cual mejor

Una serie:

Veo pocas pero todas buenas porque me las recomienda Maria. Me decanto por “Vernon Subutex”, que tiene una música preciosa y además humor.

Un disco:

Sticky Fingers de los Rolling, pero déjadme mencionar también la banda sonora de “Alabama Monroe” porque no conozco una película que integre mejor momentos y canciones.

Un olor:

El de mandarina, por su sencillez, y porque me transporta a la infancia.

Mar o montaña:

Claramente la montaña.

Muchas gracias Lidia por acceder a esta entrevista, por tu generosidad y por lo fácil que nos lo has puesto. Tenemos muchas ganas de que la gran familia UPSJ se vuelva a reunir, a reencontrar en el Congreso de Vigo y a recuperar los abrazos por ahora limitados.

Nuestro querido Richard Ford dijo “¿Cuál es la medida real de la amistad? Voy a decírselo a ustedes, es la cantidad de tiempo que uno dedica a las desgracias y calamidades del otro.“ En Lidia, es infinita. Gracias amiga.

Redactores: Fran Aguilar y Maria Peñacoba