Luis Gómez Loeches

Letrado de la Administración de Justicia

 

El Acuerdo de 28 de de marzo de 2023 pone fin a la medida de huelga indefinida adoptada en largo conflicto colectivo inicialmente declarado a finales noviembre de 2021 por el Comité Permanente de la UPSJ a la vista del flagrante incumplimiento de la adecuacion salarial del Cuerpo de LAJ por las mayores responsabilidades organizativas y procesales asumidas desde 2009 reconocida en la DA 157 Ley 11/2020 de LPGE con vulneracion de nuestro derecho de negociacion colectiva.

Las dudas del Comite de Huelga sobre la bondad de la propuesta se despejaron con ratificacion mayoritaria en asambleas (un 76%) poniendo fin a una huelga convocada por todas las asociaciones y con alto seguimiento durante más de dos meses.

¿Quién sabe qué hubiéramos conseguido no desconvocando? Después de dos meses ¿Cuantos estábamos, de verdad, dispuestos a seguir en huelga? Si se fueran descolgando progresivamente los huelguistas ¿qué probabilidades reales de éxito, al disminuir el impacto, tendrían ese puñado de héroes?

La balanza se inclino por el voto a favor, pero no por el grado de satisfaccion esperado, sino por los efectos disuasorios de las consecuencias de votar en contra. Las opiniones han estado divididas porque el Acuerdo no es satisfactorio para todos.

Recordemos que la realidad es neutra. La decepcion es un sentimiento ligado a las expectativas. A menudo, las cosas son como son y no siempre son como nos gustaría que fueran.

Es una realidad que hemos conseguido, sin vincular a la aprobación de leyes de eficiencia, ni renunciar a las enmiendas de enganche, de aquí a julio de 2024, un incremento universal del especifico y situar la brecha salarial media con el juez en el 75% en ambito sin NOJ y el 79,37% con NOJ.

Es inevitable para quienes hemos secundado la huelga indefinida y sufrido los descuentos preguntamos si nos ha compensado visto que vamos a necesitar muchos meses para compensar el sacrificio economico de estos dos meses.

El Acuerdo contiene, además, compromisos escritos y firmados, concretados al máximo posible, para trabajar en el desarrollo de otras mejoras salariales y estatutarias en otros aspectos muy relevantes, en estatuto organico, como audiencia efectiva a las asociaciones, fin cuarta categoría, productividad, sustituciones, aplicación a LAJ cambios en grupos de población, carrera profesional, planes actuación concreta, formación, prevención de riesgos, comisión seguimiento.

Moralmente, desde luego que nos compensa. Las cosas valiosas no se compran con dinero. ¿Cuanto vale poderse mirar a la cara y a los ojos y qué te acomode el alma lo que observas? ¿Qué precio tienen los avances en autoestima y en concepto público de nuestra función?

Este conflicto trae causa de una situación muy insatisfactoria por la actitud de nuestro empleador de faltas de respeto a nuestros derechos y a nuestra dignidad. Un trato injusto y desigual soportado con una actitud sumisa, conformista, callada y, un poco conformista de la mayoría, porque no decirlo, durante más de una decada, aderezado con una falta de aprecio acorde a la valía de nuestra labor, indispensable para el funcionamiento de este servicio publico, como ha quedado patente con las graves y extendidas consecuencias del impacto, que no hubieran sido tan grandes, de haber sido ciertas las cifras ministeriales de seguimiento.

Con todo ello, lo que verdaderamente supone un hecho histórico y un cambio de paradigma, que ha sorprendido a propios -a nosotros mismos- y a extraños, es el levantamiento del colectivo para protestar, la gran union y fuerza de la movilizacion, la visibilidad alcanzada, la persistencia de la presión ejercida de modo sostenido.

Este hito, esta experiencia, debe constituir una lección y un aprendizaje para todos, incluidos nosotros, para reforzar nuestra autoestima y para los demás, para que nos pongan en valor y nos respeten.

Puesto que nos sentimos moderadamente satisfechos. Y el punto de satisfacción es algo individual, se impone aprender de la experiencia, organizarnos bien y seguir trabajando para conseguir un completo reconocimiento profesional y salarial que nos permita sentir satisfacción y motivación a todos.

En este largo proceso hemos transitado por vertiginoso carrusel o montaña rusa de emociones. Miedo, inseguridad, rabia, tristeza, decepción, ira, frustración, desánimo, pero tambien confianza, seguridad, ilusion, esperanza. Y en las concentracoones y manifestaciones subidas de adrenalina, coreando eslóganes, marchando entre compañeros colegas togados procedentes de puntos distantes, juntos y unidos tras una pancarta, con silbatos y megáfono, hemos sentido orgullo de pertenecía, sintiéndonos a gusto porque sin importarnos demasiado los inconvenientes e incomodidades del viaje, estabamos en ese momento donde queriamos estar, arropados unos con otros en un gran grupo profesional.

Las dificultades del camino son la mejor “prueba de del algodón: para medir la lealtad y el respeto de esos denominados compañeros de viaje, de negocio, de proyecto, de empresa, de servicio y de otros arrieros que nos cruzamos y tratamos en este mismo camino de la Administracion de Justicia, muchos de ellos también, en principio, técnicos en Derecho, cuya opción y comportamiento les ha retratado de modo fiel y auténtico. Por sus hechos los conocerás.

Gracias a todos, incluidos aquellos medios de comunicación que han hecho un seguimiento honesto del conflicto, aquellas instituciones, corporaciones, profesionales, quienes han sido objetivos, imparciales y respetuosos con el regular e indeseado (no se olvide) ejercicio de nuestro constitucional derecho de huelga, incluso quienes se han ofrecido a mediar en busca de una, querida por todos, pronta solución.

El empleador ostenta el poder directivo. Solo abusa quien puede. El abuso no es el mejor camino para la mejor marcha de cualquier organizacion productiva, incluido el servicio publico de Justicia orientado al ciudadanía, por muy relevantes que sean las potestades que en él se ejerzan, pues todo abuso encuentra un límite.

Sepan los titulares de ese poder, si quieren evitar incurrir en errores pasados, que el camino de la potestas (facultades que emanan del nombramiento para el cargo) con autóritas (se gana en el ejercicio del cargo) conlleva dispensar a las personas sobre las que se ejerce del mismo el cuidado, la escucha y la participación en la determinación de las condiciones laborales de los empleados a través de representantes leales.

Hablando se entiende la gente. No se olvide que la motivación es el mejor factor para lograr una mayor rentabilidad y para prestar un servicio de calidad, que es algo más que hacerlo bien a la primera.

En definitiva, lo que subyace en la situación que nos ha traído hasta aquí es una falta de coherencia entre las manifestaciones y los actos consecuentes. Si es indudable que nuestra función es esencial y trascendente y su evolución es una creciente potenciación para el mejor funcionamiento de la Justicia, es de pura lógica que merecemos un correlativo reconocimiento acorde a las responsabilidades asumidas y por asumir.

Por último, queremos destacar que el conflicto ha servido para que muchos compañeros y compañeras hayan podido percibir que esta asociación profesional continua desarrollando bien su actividad y un gran trabajo -no siempre valorado por desconocido- en su compromiso con la mejora de nuestras condiciones profesionales y del servicio publico, porque sabe mantener su tono reivindicativo, algo que nos sirvio en su dia a muchos de reclamo y que ahora acredita el aumento notorio de la afiliación, indicador de que transitamos por el sendero adecuado. Juntos y organizados somos más fuertes.

Hoy damos un gran paso hacia el respeto y consideración debidas. Queda mucho camino por andar, por lo que hay que seguir trabajando en ello.

tribuna libre