Mi primera mención, como no podía ser de otra manera, es de agradecimiento a todas y todos las y los que os encontrabais presentes en Vigo en el momento del almuerzo de nuestra asociación, el pasado jueves día 5. A continuación a los miembros del secretariado y del comité permanente de la UPS por haber tenido el detalle de acordarse de mí, una vez transcurridos más de 30 años de vida de nuestra asociación. La tercera debe ser para quien, como buen amigo que es, Antonio Robles, ha diseccionado los primeros momentos de este grupo humano que hoy constituye nuestra asociación, sin que este orden sea predeterminado.

En segundo lugar, debo lamentar profundamente mi ausencia de Vigo, en nuestro congreso, pues, como ya sabréis, estuve preparando este congreso desde el anterior, celebrado en Tarragona, hasta el punto de que tenía todo previsto y pagado, pero una desafortunada situación familiar de enfermería me privó de estar con vosotros, y bien que lo sentí.

Dicho lo anterior, me vais a permitir que haga unas mínimas reflexiones sobre nuestra asociación. Creo que es justo reconocer que la vigente dirección de la asociación ha retomado la filosofía que hizo nacer a la UPS de forma que, asumiendo que la asociación es útil en tanto en cuanto sirve a los fines de la sociedad y a nuestro colectivo, se ha puesto al frente de las reformas en trámite en estos momentos y a asumir otras que, no habiendo sido olvidadas, se hallaban en estado latente. Me refiero en concreto a la cuestión retributiva y a nuestra incorporación al sistema de jueces y fiscales, asunto debatido ya desde mediados de la década anterior, tanto en Granada, como en Cuenca o en Tarragona.

En efecto, en estos momentos la UPS con sus órganos de gobierno y el sentir de la mayoría de los letrados de la administración de justicia han asumido nuevamente el papel dinamizador de la Justicia, como ya hicimos cuando promovimos la redacción de la carta de los derechos de los ciudadanos ante la Justicia. Sin hacer alarde de eslóganes concretos, hemos vuelto a tomar como referencia aquél que aparecía en el frontispicio de nuestro escudo inicial: “por un secretario judicial independiente en una justicia renovada”, a sabiendas de que ello supone, no solo un movimiento corporativista, sino algo que va más allá, para incardinarse en los grupos que persiguen la idea de Justicia como servicio público, con todas las garantías, más allá de un mero poder del Estado.

Por otra parte, nuestra asociación ha vuelto a tener incidencia en la toma de decisiones a través de las correspondientes enmiendas a los proyectos normativos, pues solo de esa manera podemos cambiar las cosas, volviendo nuevamente a tratar con los Grupos Parlamentarios, ya que es en el Parlamento donde se discuten y modifican las leyes. En concreto, creo que la dirección de nuestra asociación lo está haciendo bien y está moviendo esos contactos. Yo me voy a permitir citar tres aspectos fundamentales:
1) La Justicia como servicio público, donde nuestro colectivo está llamado a prestar un servicio fundamental de cara a los ciudadanos.
2) Copar los puestos de responsabilidad dentro de nuestra carrera (Secretarios de Gobierno, Coordinadores, letrados del Tribunal Supremo, ……) porque solo así seremos capaces de estar cerca de las tomas de decisiones y poder hacerlo.
3) Conseguir definitivamente la incorporación de la regulación de nuestras retribuciones a la ley de retribuciones de jueces y fiscales.

No me entretendré más, pues los agradecimientos deben ser eso y no un mitin, y menos de alguien que ya ha experimentado casi todo en esta profesión. No obstante, teniendo en cuenta la tendencia del actual secretariado, que es de agradecer, de preguntar a sus afiliados, simplemente en mi despedida únicamente me queda añadir que desde la fundación de la UPS mi disponibilidad ha sido absoluta, no solo los 10 primeros años de su existencia, como portavoz y redactor de sus estatutos. Precisamente por ello, permitidme que finalice con un verso de Mario Benedetti: “debes saber que siempre puedes contar conmigo”

Muchas gracias, mucho ánimo, en especial para los jóvenes, y sabed que siempre todos estamos con vosotros.

Luis Martín Contreras

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