LUIS GÓMEZ LOECHES

LETRADO DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA

En el año 2021 el Cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia (LAJs) ha visto frustrada la confianza legitima en que el Ministerio de Justicia y el Gobierno dieran cabal cumplimiento al mandato legal contenido en la DA 157 LPGE para 2021 de adecuar nuestro salario al mayor volumen y responsabilidad de las funciones asumidas en virtud de las últimas reformas procesales y organizativas.

Desde Mayo a Septiembre se celebraron diversas reuniones con el Ministerio, si bien, sin la participación de los LAJs, al tener negados de facto los derechos de negociación colectiva y de audiencia a nuestras asociaciones profesionales para participar en la determinación de nuestras condiciones de trabajo. Este vacío negocial se promueve por los sindicatos que, ilegítimamente disponen a su arbitrio con deslealtad y mala fe respecto de nuestros intereses, y se consuma en la mesa sectorial con la cooperación necesaria del Ministerio.

Tampoco el Ministerio ha actuado de forma leal, clara y transparente. No ha creado marcos adecuados de diálogo y negociación, en los que nos informe y consulte antes de cada mesa sectorial. No satisface el derecho de audiencia convocar a nuestras asociaciones después de las mesas con los sindicatos, sin prisa alguna, a una especie de reuniones “trágala”, para meramente informar del resultado, ni siquiera relatar ni rendir cuentas de los debates, cerrando el 14 de septiembre la mesa sectorial.

Tras la convocatoria sindical de huelga para el 15 de diciembre, por el intento de la Administración de no respetar lo pactado el 14 de septiembre, se firmó el 2 de diciembre de 2021 por el Ministerio de Justicia y los sindicatos CSIF, STAJ y UGT un Acuerdo que afecta a nuestras condiciones de trabajo, fijando 195 euros mensuales como complemento específico para nuestra adecuación salarial y disponiendo o excluyendo del Acuerdo otras cuestiones económicas y estatutarias concernientes propias del Cuerpo de LAJs.

Una representación leal a los intereses de los LAJs hubiera considerado claramente insuficiente la cantidad de 195 euros, por ser muy inferior al importe necesario para restaurar el desequilibrio en las prestaciones que es el objetivo de la adecuación salarial prevista, por lo que sólo se acepta como pago parcial a cuenta del total del importe adecuado. Pago parcial, por cierto, que ni siquiera se ha hecho efectivo en diciembre, como a los funcionarios del Libro VI, con una explicación poco convincente del motivo. Otra discriminación más.

La UPSJ, considerando que dicho Acuerdo constituye una humillación que colma la ya larga y legendaria sucesión de desprecios y discriminaciones que sufre este colectivo, anunció convocatoria de huelga para el 26 de enero de 2022, como medida de presión, frente a la prolongada situación de abandono y maltrato, que vivimos con gran malestar e indignación.

La correcta adecuación salarial al mayor volumen y responsabilidad y la negociación colectiva propia encabezan la larga lista de reivindicaciones acumuladas económicas (reedición RD sustituciones, retribución Encargados del Registro Civil y RPTs, mejoras productividad y entradas y registro, reducción grupos de población, establecimiento complemento de carrera profesional) de condiciones de trabajo (libranza de guardias, prevención de riesgos laborales, módulos de trabajo) y estatutarias (tercera categoría, actualización del Reglamento, publicación del escalafón, concursos de traslado y procesos selectivos, regulares y coordinados).

Para tomar posición sobre la participación en la huelga es preciso reconocer que la actitud sumisa y evitativa del conflicto de este Cuerpo en el pasado ha permitido en parte que lleguemos a esta indeseable situación. Es hora de salir del nicho de conformismo en el que estamos instalados, atrapados. Debemos comprender que, si no hacemos nada diferente, no tendremos resultados diferentes. Es cierto que detenerse y cuestionarse una creencia tan arraigada, es difícil, pero no imposible. La dificultad radica, además de eliminar el apego a lo conocido, en admitir que tal vez llevemos demasiado tiempo con una actitud equivocada.

Y ese cambio exige suficiente valentía y coraje para liberarse de dos síndromes que operan a nivel inconsciente. El síndrome del “elefante encadenado” que de adulto sigue pensando que no puede soltarse de la pequeña estaca a la que le ataron de pequeño. Y el síndrome del “hombre bueno” que no se da cuenta de que su actitud sumisa y complaciente no le reporta el reconocimiento y el aprecio de otros, ni satisface las necesidades propias, ni soluciona los problemas.

La firma por el Ministerio y sindicatos del citado Acuerdo es una intolerable falta grave de respeto a nuestros derechos y a nuestra dignidad, afectándonos a todos. El desaliento y la desmotivación perjudica seriamente al servicio público de Justicia. Esta situación indeseable no es casualidad. Es una oportunidad de cambio y evolución. Una “lección” que la “maestra vida” nos ha ido poniendo repetidamente en contexto para que “aprendamos” y nos movamos. Para que impulsemos el cambio que mejore el panorama actual.

Los LAJs merecemos un mejor trato profesional. El servicio público se beneficiará de unos profesionales tratados dignamente y motivados. El Ministerio de Justicia, para recuperar un clima de diálogo y cooperación con el Cuerpo de LAJs, tiene que cambiar sus modos y maneras con hechos, no solo con buenas palabras e intenciones. Estamos hartos de palabrería. Los nuevos responsables políticos deben abandonar las viejas políticas del departamento y sus malas prácticas.

Está en la mano del Ministerio brindarnos no sólo una mirada y trato apreciativos y respetuosos, sino un respaldo efectivo, frente a todos. Frente a pretensiones sindicales espurias y frente ante Hacienda y Función Pública, poniendo en valor y justa retribución las funciones procesales atribuidas en las anteriores reformas y creer en su especial relevancia, en cuanto son imprescindibles y no menos importantes que las de otros funcionarios A1 para el correcto funcionamiento del servicio público de justicia, como se tendrá la ocasión de comprobar en la jornada de huelga convocada y en las que se convoquen.

En la gravedad de la situación actual, con tanto menosprecio no puede garantizarse por más tiempo la paz social. El vaso de nuestra paciencia se ha desbordado. Y el umbral de nuestra dignidad se ha traspasado.

Nuestro descontento e indignación es generalizado. Que cambie la situación de falta de respeto a los LAJs depende de nosotros mismos. De nadie más. Los miembros de este Cuerpo a estas alturas son conscientes de la necesidad de medidas de conflicto colectivo contundentes y eficaces.

Seguir como hasta ahora no es ninguna solución. Esta suficientemente demostrada la inoperancia de manifestaciones tibias, indecisas, indefinidas, tipo “no descartar medidas”, que es difícil saber bien a qué tipo de intereses, responden.

Se impone la movilización masiva de LAJs en defensa de sus derechos. Es la hora de defender con determinación y contundencia nuestros derechos y nuestra dignidad.

En el Ministerio no atienden a otra cosa que a la presión y la incomodidad por la huelga convocada. Única causa, dígase lo que se diga, de la rápida y apresurada convocatoria de reuniones por el Secretario General el 22 de diciembre y el 13 de enero por el Secretario de Estado, que vista la falta de tiempo disponible no pueden tener mayor contenido que una presentación y un tanteo inicial, por tanto, insuficientes para revertir la situación.

Animamos a secundar la huelga a todos los compañeros, y a adherirse a las asociaciones que aún no lo han hecho. No caben excusas basadas en el miedo, la pereza, el confort de los que quieren todo fácil y masticado. Es hora de arrimar el hombro y contribuir a mejorar nuestra situación.

Ante la convocatoria para ejercer nuestro legítimo derecho de huelga, es el momento de elegir la actitud coherente con el descontento. O aprovechar la oportunidad de sentir el orgullo de pertenencia al Cuerpo en la defensa valiente y motivada de los derechos y dignidad de todos. O pechar con las consecuencias inevitables de acabar señalados de insolidarios y esquiroles y de apropiarse indebidamente del esfuerzo ajeno. Piensa que los sumisos se convierten en cómplices del opresor.

Los convocados contaran con un manual de huelga para que todos nos sintamos seguros y que ninguno tenga dudas sobre lo que se puede y lo que no se puede hacer en relación a la huelga, teniendo presente que los servicios esenciales han de quedar atendidos por los servicios mínimos.

Estratégicamente, cuanto más unidos estemos y mayor sea el seguimiento de la huelga y demás medidas de conflicto colectivo que se adopten, el respaldo será mayor y más fuerte nuestra posición y en mejores condiciones estará el Comité de Huelga de negociar la solución al conflicto.

¡Hazte un favor y elige hacer huelga!

tribuna libre