Mañana, martes día 12 de mayo, toda la Administración de Justicia pasará sin excepciones  a la Fase 1 del esquema de desescalada. Si en la Fase 0 el porcentaje de presencialidad en la Administración de Justicia era del 10%, en la Fase 1 el porcentaje se incrementará en un mínimo del 30%.

El 49% de la población sigue sanitariamente en fase 0. Entre este territorio están ciudades tan importantes como Madrid, Málaga y Barcelona, y gran parte de las Comunidades Autónomas de Castilla-León, Castilla-La Mancha, Cataluña o la Comunidad Valenciana. La mayoría de los órganos judiciales actúan en esta parte del país que no ha pasado de fase sanitaria y sigue en la Fase 0.

UPSJ ha venido exigiendo desde el inicio de la pandemia que cualquier decisión en Justicia se supedite a los criterios sanitarios marcadas por el Ministerio de Sanidad, quien de hecho es el Ministerio quien ha asumido el mando sobre la Administración de Justicia según el Decreto de 14 de marzo de 2020 que declara el estado de alarma. Y hoy el Ejecutivo ha dicho que    “ forzar el ritmo nos puede costar caro”, pero en Justicia no se respeta la advertencia.

UPSJ tiene claro que las fases de desescalada en la Justicia tienen que ir en paralelo a las fases de desconfinamiento sanitarias. Pedimos una rectificación de inmediato.

UPSJ discrepa con la Orden de Justicia JUS349/2020 publicada el día 9 de mayo respecto a aquellos territorios que seguirán el día 12 en Fase 0.  La Orden obvia la pandemia y sus riesgos, cuando todo el país, o mejor dicho el Mundo entero, están viviendo una situación de confinamiento y limitación de derechos y libertades sin precedentes provocada por un virus, o sea, a raíz de un problema estrictamente sanitario.

No puede apoyarse esta decisión, sin cuestionarse qué cantidad de peligro ha decidido asumir el Ministerio, o cuánto le importa la seguridad laboral de sus trabajadores y del resto de la ciudadanía. Él será responsable de sus acciones, como nosotros lo somos de defender los derechos de nuestros afiliados y compañeros.

Lo que alarma más a UPSJ es que el Ministerio de Justicia manifiesta  en cada una de nuestras reuniones que los criterios sanitarios priman en cualquiera de sus decisiones, y del mismo modo se manifestó en la reunión del pasado miércoles. Sin embargo, por sorpresa, en el BOE del sábado día 9 de mayo todos los órganos judiciales pasamos a la Fase 1. Publicación firme, y sin derecho a réplica.

No solo la descoordinación entre las fases sanitarias y las judiciales nos provocan alarma y desconfianza; también las medidas de seguridad adoptadas en el anexo I de  la Orden del Ministro de Justicia nos provocan iguales sentimientos. No podemos discutirlas desde un punto de vista científico, pero sin duda ningún Letrado de la ADJ está tranquilo cuando las compara con las acordadas en la guía de buenas prácticas del CGPJ. Acudiremos juntos a las diligencias judiciales pertinentes, y mientras los jueces parecerán astronautas,  nosotros acudiremos algo “más justitos” en protección. Queremos disponer de las mismas medidas de seguridad laboral que el resto, no más, pero tampoco menos.

Algo parecido ha pasado con los tests, que UPSJ reclamó como medida sanitaria en las propuestas para reanudación de la actividad judicial  y la agilización de la justicia. Nos dicen que sanitariamente no son necesarios. Bien, no son exigibles sanitariamente, pero quién puede se los realiza. Los jueces realizarán tests a su costa, ya que tienen la suerte de disponer de la llave de su caja propia. Los fiscales también los piden, como lo pedimos nosotros, como los pide la OMS y muchos científicos para el máximo de población.

La realidad es que los Letrados seguimos reclamando que todos los que nos vayamos incorporando dispongamos de los Epis más básicos: guantes y mascarillas, mamparas en todas las oficinas, geles hidroalcohólicos suficientes, que hoy siguen racionados, y el día 12 se acerca.

Preferiríamos reclamar solo los tests, como hacen jueces y fiscales, pero claro, a día de hoy nosotros cubrimos turnos presenciales, y nos centramos en las carencias más primarias, porque son las que necesitamos ya mismo;  los otros mientras ,– a excepción de los que cubren los servicios de guardia -siguen escondidos detrás de su mampara con la tranquilidad de que el Letrado les avisa cuando es necesario.  Por eso, unos piden tests, y nosotros mascarillas.

Esta indiferencia hacia nosotros y hacia el resto de la Oficina no tiene fin, y día tras día se acompaña de faltas de respeto. Por ejemplo, siguen tomándose acuerdos en algunas Comisiones de Seguimiento de los TSJs y se distribuyen las salas de vistas en horarios de mañana y tarde, y se marcan los días de inicio de la actividad judicial, atreviéndose a lo que no se atreve ni el propio Fernando Simón.

Conocedores como son que ya no tienen en sus manos la dirección de las Oficinas, y de que los funcionarios y los Letrados tenemos derechos y horarios,  ahora quieren demostrar su elevada posición, lo mucho que mandan y que son muy responsables con la Justicia.

Pero no se crean nada,  los que hemos estado operativos desde el 14 de marzo,  sabemos que todo es un postureo, porque desde que se declaró la alarma no se les vió y todo ha funcionado. Somos los Letrados de la ADJ quienes organizamos los turnos de las Oficinas, señalamos las vistas y distribuimos el trabajo pendiente, bajo criterios directivos, volvemos a recordarlo.

El exceso es tal que incluso la Comisión permanente del  CGPJ ha tenido que dictar un acuerdo en fecha 8 de mayo dejando en suspenso todos esos Acuerdos de las Comisiones Mixtas. Aunque como solo es una suspensión, el conflicto está servido.

Y así estamos. El Ministerio desconcertándonos y el resto menospreciándonos.  No nos dejan otro remedio que tomar posiciones de defensa.