Ha llegado otro 8 de marzo para conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad de derechos, la justicia y la equidad de género. Como juristas y como LAJ que somos, sabemos muy bien la importancia que tiene el reconocimiento de los derechos y lo que ha costado obtenerlos. Recordemos que hace un año por estas fechas los LAJ estábamos inmersos en una huelga para que se reconociesen nuestros derechos laborales y que terminó el 28 de marzo. Y es que todo logro suele ir precedido por el largo esfuerzo de un grupo de individuos que deciden apostar por cambiar las cosas para la mejora de la colectividad.
Así, la festividad del 8 de marzo tiene detrás un proceso de conquistas progresivas. Se dice que fue en la Asamblea General de la ONU de 1977 cuando se adopta esa fecha para la celebración del día internacional de la mujer, aunque ya se había empezado a conmemorar dos años antes. Otros señalan su origen en 1917 cuando las mujeres estudiantes y obreras textiles de la ciudad de Petrogrado se levantaron en una gran manifestación para exigir pan y paz, revuelta que provocaría la caída del zarismo y la formación del gobierno provisional de Kerenski. Pero antes, en Dinamarca, en 1910, cientos de mujeres reunidas en la Segunda Conferencia Internacional Socialista decidieron organizar una jornada anual de la mujer para reforzar su lucha por el sufragio femenino universal. Un año después numeroso países europeos y Estado Unidos habían decidido conmemorar el Día Internacional de la Mujer, exigiendo el derecho al trabajo, la formación profesional y la no discriminación laboral. Se puede seguir retrocediendo a 1848 con la Comuna de París, coincidiendo con la llamada primera ola del movimiento feminista, o a 1789 con Revolución Francesa, donde mujeres como Louise Michel u Olympe de Gauges reclamaron que se hiciera partícipes a las mujeres de los derechos que por entonces se trataban de conquistar. Eso nos hace conscientes de que ha sido un largo camino y la importancia de la celebración de una efeméride.
En nuestra profesión, tan aficionada a los datos, si los consultamos se observa que en este año 2024, hay catorce hombres que ocupan puestos de Secretarios de Gobierno frente a tan solo siete mujeres. Si bajamos un escalón, contamos veintiocho Secretarios Coordinadores provinciales hombres frente a veintiséis mujeres. Por último, dos tercios de LAJ son mujeres frente a un tercio de hombres. Es decir, que cuanto más ascendemos en el triángulo de la jerarquía social y laboral, todavía hoy en nuestro país se perpetúa la desigualdad. Queda pues mucho por hacer y existen muchos motivos para celebrar este aniversario del 8 de marzo como día de conmemoración en todo el mundo de la lucha de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos.
