De nuevo el 8 de marzo se celebra el día internacional de la mujer, y el movimiento feminista ha convocado una jornada de movilizaciones que se articulará en cuatro ejes: laboral, en el que los sindicatos han convocado huelga, estudiantil, de cuidados y de consumo.

Al igual que el año pasado, el objetivo es parar en todos los ámbitos para visibilizar qué ocurre cuando las mujeres no están y denunciar la desigualdad social de las mujeres, destacando la lucha contra la violencia machista, las agresiones sexuales, la brecha salarial o la precariedad y el famoso techo de cristal.

Las movilizaciones pretenden demostrar el valor del trabajo de las mujeres, y denunciar la actual desigualdad en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

Nosotr@s desde la UPSJ, queremos sumarnos a esta celebración del día internacional de la mujer. Como asociación profesional  de carácter progresista  que somos, no podemos mirar hacia otro lado en un día como hoy y queremos manifestar públicamente nuestro compromiso con la defensa de la igualdad de género.

La celebración de este día ya es un claro ejemplo de que no existe esta igualdad y el hecho que se publicara en el año 2007 la L.O. 3/2007 de 22 de Marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres y el II Plan para la igualdad entre mujeres y hombres en la Administración General del Estado también aplicable al Ministerio de Justicia que prevé como objetivo de su eje 3 la igualdad entre hombres y mujeres  en el desarrollo de la carrera profesional.

Es decir hace la friolera de 12 años y ya en el siglo XXI se publicó una Ley Orgánica, la Ley de más alto rango por debajo de la Constitución para promover la igualdad profesional entre hombres y mujeres es otro ejemplo de ello.

Si ha sido necesaria una Ley Orgánica precisamente, para fomentar una igualdad que debería venir dada de forma natural, pero que evidentemente no se da, es que señoras y señores algo falla en el sistema.

Basta echar un vistazo a nuestro alrededor,  sobre todo en el sector privado empresarial los Consejos de Administración o los grandes empresarios de renombre de nuestro país son hombres, puestos de alta dirección respecto de los cuales las mujeres siempre llevan el hándicap de la maternidad y la familia, sus hijos, lo cual frena en seco y  sin lugar a dudas la carrera ascendente que quieras emprender en cualquier sector empresarial, horarios imposibles de conciliar con la vida familiar obligan a rechazar o a no presentar candidaturas a presidencias o puestos de altos directivos por el coste personal que hay que pagar a cambio y que, sin embargo en el hombre no tiene el mismo precio, y si lo tiene, lo paga sin despeinarse.

Si bien en el sector de la Administración Pública existe más igualdad en cuanto a la situación  de acceso en la mayoría de los puestos de responsabilidad por oposición  por aplicación, precisamente, de los  principios que rigen dicho proceso, a saber: igualdad mérito y capacidad, los mismos decaen, cuando dentro de la Administración Pública  nos encontramos con los puestos  llamados de libre designación y el techo de cristal.

Es cierto que por suerte, las Letradas de la Administración de Justicia somos funcionarias, y no podemos hablar de desigualdad salarial o diferencias en las condiciones laborales respecto a nuestros compañeros varones. Pero no podemos engañarnos, estando mejor que muchas, tampoco en la Administración de Justicia existe una igualdad entre hombres y mujeres.

Las barreras que dificultan la promoción y el acceso de las mujeres a los puestos de dirección y poder dentro de las organizaciones es el fenómeno conocido como el techo de cristal, que en la Administración de Justicia existe.

Actualmente, las mujeres en el cuerpo de Letrados de la Administración de Justicia representamos el 67,52 % del total.

Sin embargo, este porcentaje resulta lejano a su participación en los cargos superiores y de responsabilidad en el Ministerio. Sobre todo cuando analizamos quienes ocupan estos cargos en las grandes capitales o en comunidades autónomas con mayor población, en los que la designación de mujeres es mucho menor.  Así, en las primeras Comunidades Autónomas por población (Andalucía, Cataluña, Madrid) el cargo de Secretario de Gobierno lo ocupa un hombre. En las primeras ciudades por población (Madrid y Barcelona) el Secretario Coordinador también es un hombre. Solo recientemente se ha designado por primera vez una mujer como Secretaria de Gobierno de la Comunidad Valenciana.

Aunque en la Administración Pública hemos avanzado mucho más rápido que en el ámbito privado, los derechos de una Letrada de la Administración de Justicia pueden y deben mejorarse.

Nos cuesta hacer efectivos los permisos de lactancia o la reducción de jornada en el permiso de maternidad, porque no asignan sustitutos; no se retribuyen las guardias de instrucción mientras disfrutamos de un permiso de maternidad, mientras que sí se ha reconocido este derecho a los funcionarios liberados sindicales; tampoco está prevista la exención de funciones calificadas como peligrosas, como entradas y registros o reconocimientos judiciales, en los casos de embarazo. O sea, lo dicho, nos queda camino por recorrer y en el que toda la sociedad debe  involucrarse con responsabilidad.

Es hora de exigir a la vista de la realidad de los datos, que los logros conseguidos en el derecho positivo sean hechos y no solo las palabras del artículo 14 de la Constitución de no discriminación por razón del sexo, o un porcentaje simbólico de la Ley de Igualdad.  Hay que seguir avanzando en el terreno político y legislativo.

Todos los Letrados y todas las Letradas de la Administración de Justicia como funcionarios públicos, estamos al servicio de las ciudadanas cuando acuden a la Administración de Justicia para reclamar sus derechos y trabajamos porque esa igualdad de derechos sea efectiva. Estamos en el proceso velando por el cumplimiento de las garantías legales, a través del ejercicio de la fe pública, organizando las oficinas judiciales como directores procesales, y especialmente como encargad@s de la información de los derechos que corresponden a las víctimas de la violencia de género, la expresión más brutal de la desigualdad en nuestra sociedad.

En estos días se han celebrado en el seno del Ministerio de Justicia las I Jornadas de Igualdad y Justicia, y a pesar de nuestra importancia en la defensa de la igualdad, qué triste y revelador es constatar que en el programa de las  I Jornadas de Igualdad y Justicia ninguna de las 36 intervenciones femeninas haya sido de una Letrada de la Administración de Justicia.

La Sra. Delgado ha clausurado estas I Jornadas, y durante su discurso ha expresado la necesidad de avanzar hacia la igualdad real y efectiva, es necesario trabajar tanto en la educación como en reformas estructurales para alcanzar “un cambio profundo, transformador y permanente que es tarea de todos,  o  la introducción de la perspectiva de género en las actuaciones de su departamento ha sido uno de sus objetivos prioritarios. La ministra considera que la presencia mayoritaria de mujeres en la Administración Pública la convierte en un instrumento con “capacidad transformadora de la sociedad” y apuesta por su papel ejemplificador sobre la empresa privada, en donde la presencia de mujeres en sus órganos de gobierno continúa siendo sensiblemente inferior. Nos gustan estas palabras, pero también nos gustaría que quedasen grabadas y establecidas como principio, en el futuro actuar de cualquier Ministro de Justicia.

Dice la misma ONU que sin igualdad y no discriminación por razón del sexo no es posible construir una sociedad moderna. En la cabecera de la reivindicación y dando ejemplo deberían estar los poderes públicos. Y tod@s nosotr@s como ciudadan@s detrás.

Porque una sociedad más igualitaria es un avance para tod@s los ciudadanos y ciudadanas, desde UPSJ- Unión Progresista de Letrados de la Administración de Justicia – apoyamos las movilizaciones previstas para el próximo 8 de Marzo.