El Ministerio de Justicia desde la declaración del Estado de Alarma por Real Decreto de 14 de mayo de 2020, y por tanto desde el principio de la crisis sanitaria, ha tenido una actuación errática, pero especialmente por el dictado de      instrucciones, circulares y resoluciones que afectan a la Admón. de Justicia que ha efectuado sin solución de continuidad, sin parar, y seguidamente haciendo adendas, corrigiendo las mismas por la precipitación en su dictado, por no haber consultado previamente a los operadores jurídicos, que tienen luego que aplicarlas, como las relativas a los pagos, con hasta tres correcciones seguidas ( al final se nos consultó), la que establecen los servicios necesarios etc.

Pero donde especialmente se ha cubierto de gloria, es en su actuación no ya errática sino incluso caótica, en lo relativo al Registro Civil, y por ende por la actuación de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, que se encarga de su gestión; que ha batido varios records mundiales de ineficacia, dignos de entrar en el Libro record de los Guinness.

Primero estableciéndose unos servicios necesarios excesivos en los Registros Civiles en relación con el poco personal, de que se les ha dotado; dichos servicios se deberían haber centrado, desde el inicio de la crisis y UPSJ así lo reclamó desde su inicio, únicamente en lo que verdaderamente era importante en estos momentos,  como así se ha demostrado, que era expedir las licencias de enterramiento y  efectuar las inscripciones de defunción, que se han multiplicado de forma exponencial; tema como se ha visto un mes después por su masividad, esencial en esta crisis sanitaria, tanto por el drama humano que supone, como por lo esencial de tener los datos correctos desde el primer momento.

Y posteriormente esta situación caótica se ha acentuado, con diferentes resoluciones que no han aportado soluciones adecuadas a dicho problema, sino que lo han acentuado; así  recientemente hemos visto la Instrucción de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública de sábado 4/04/2020, donde se acordaba 21 días después de declarar el Estado de Alarma, que se enviaran  desde los Registros Civiles como desde los Juzgados de paz, a una dirección de correo electrónico, al finalizar la jornada laboral, una relación de el número de defunciones, del número de licencias de enterramiento, especificando el lugar de defunción, así como la localidad y si la misma se ha producido en un hospital, residencia o vivienda habitual.

Desde un principio cualquier versado no ya en Registro Civil, sino en meras matemáticas, vería que dicha Instrucción era absurda; como no han tenido en cuenta en dicha Dirección General que hay en España 436 Registros Civiles entre exclusivos y con competencia mixtas, y 7.667 Juzgados de Paz, en total como poco 8.103 correos a mandar a una sola dirección de correo; quien no podía pensar que se iba a colapsar dicho correo, y si no se hubiera colapsado, harto improbable, ¿cuantos funcionarios serían necesarios cada día para recontar dichos correos, y al final de día?

Pero, ¿Qué ha sucedido con dicho correo? evidentemente lo que se veía venir, el colapso total de dicho correo, y ¿cuál ha sido la solución a dicho problema? La de siempre, la más barata y fácil, y por ende la que siempre le ha dado resultado mejor resultado, utilizar a los Los letrados de la Administración de Justicia para solventar el problema por ellos causado.

Por multitud de compañeros, hemos tenido conocimiento, a eso de las 16:00 horas de la tarde, vía guasap y correo electrónico, que se ha interesado URGENTEMENTE a todos los Letrados que trabajan en los Registros Civiles por lo/as Secretarios Coordinadores Provinciales y por haberlo acordado lo/as Secretarios de Gobierno respectivos, tras comunicación del ministerio que ayer se colapsó el buzón de correo electrónico y mientras preparan un sistema alternativo de recepción, se recabe de dichos Letrados la información desde el 14 de marzo hasta la actualidad, y todo ello antes de las 14:00 horas del 8 de abril.

Por ello desde aquí queremos trasladar al Ministerio de Justica en particular, y a la opinión pública en General que los Letrados cumplirán, como siempre lo hacemos, y en el tiempo requerido y con todo nuestro esfuerzo; porque siempre buscamos lo mejor para el ciudadano, pero también buscamos un servicio publico eficaz y ejemplar, y este camino elegido por el Ministerio, no es el más adecuado; ya que primero hay que pensar más las cosas antes de hacerlas, hay que dejarse asesorar por los que mejor conocen el tema y sobre todo, utilizar todos los medios a nuestro alcance.

Hay que decir que además contactar en estos momentos con más de 7.767 Juzgados de Paz es prácticamente imposible, porque están la mayoría cerrados, no contestan al teléfono y con los ayuntamientos más pequeños es muy complicado su comunicación, ya sea por correo o por cualquier otro medio.

Hay que buscar otros recursos para aliviar la excesiva carga que en la actualidad tienen los Registros Civiles, centrándose sólo en estos momentos en expedir las licencias de enterramiento y  efectuar las inscripciones de defunción, y utilizar preferentemente el INE, el cual nos sorprende que quede la margen de este tema, a quien se remite los boletines estadísticos de defunción de forma mensual por todos los registros ( se podría desde un principio haber establecido un sistema al efecto, acortar plazos, ..etc.), como consultando INFOREG, que es el sistema donde se efectúan las inscripciones del Registro y donde constan los datos requeridos;  pero ahora es imposible efectuarlas en ciertos Registros  Civiles por la tremenda carga que soportan, y porque hay Juzgados de Paz que no están informatizados con el INFOREG.

Por ello, desde UPSJ se interesa urgentemente a Ministro de Justicia que TODO en lo relativo a los Registros Civiles, de las órdenes oportunas para que, desde la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, se efectúen las decisiones de una forma más coherente y ordenada, que asimismo manifestamos que nos llena de orgullo que se cuenten con Los Letrados para solventar problemas urgentes, pero solo a través de unas decisiones adecuadas y no caóticas como hemos relatado.

 Esperemos que, tras la pronta resolución de la crisis sanitaria, se encare de una vez las reformas necesarias y con la inversión adecuada, en el ámbito del Registro Civil.