Tras las ataques publicados por la asociación Colegio Nacional de Secretarios Judiciales aludiendo directamente a nuestro querido, honesto e íntegro compañero Juan Ávila, vocal del Consejo del Secretariado quien, por cierto, obtuvo el mayor número de votos en las pasadas elecciones, gracias en parte al apoyo de muchos compañeros no afiliados, sólo cabe manifestar nuestro asombro y estupor ante la incomprensible rabia que ha generado la transparencia de la reunión del 26 de marzo. Nos parece una rabia poco meditada, cuando se amenaza con sanciones por quebrantar un supuesto deber de secreto sobre las deliberaciones y votaciones, cuando la misma asociación ha publicado crónicas de ese mismo órgano, donde informan del voto disidente del Vocal de la Plataforma. Vamos a la crónica de 27 de junio y lo comprobamos. Y es que base legal no hay ninguna para exigir responsabilidades. Léase bien el apartado 4 del protocolo de funcionamiento del Consejo del Secretariado, y el deber de secreto de los Vocales está restringido a “materia reservada por afectar directa y personalmente a un determinado Secretario Judicial, no deba de ser general conocimiento”. Nada aplicable al caso.
Si alguien tuviera aún alguna duda sobre cómo funcionan los vocales electos de la otra candidatura no hay más que ver cómo pretenden amedrentar y quebrar el derecho fundamental a la libertad de expresión del vocal de la Plataforma Conjunta UPSJ-SISEJ. Quizás la rabia esconda miedo. Miedo a que se sepa quien vota a favor y en contra en un órgano elegido democráticamente, donde pueden convivir diferentes opiniones, como ocurre en este momento, y donde los votos quizás deberán razonarse para que los compañeros los comprendan. Consideramos que la actuación de Juan Ávila es acorde a la legalidad vigente y que, en ningún caso, ha cometido ninguna irregularidad.
Agradecemos encarecidamente la labor de transparencia que lleva a cabo, y ante las injustas e infundadas acusaciones vertidas contra él manifestamos nuestro apoyo incondicional.
Os recomendamos la lectura de la carta enviada por Juan Ávila que figura como archivo adjunto.
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