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Reflexiones de un Secretario Judicial
Publicado el 19 octubre 2013

Soy Secretario Judicial, funcionario perteneciente al Ministerio de Justicia y hasta el momento, técnico director de la oficina judicial.

Hoy en día es una figura prácticamente desconocida en la sociedad, incluso dentro del propio Ministerio, y generalmente poco o mal valorada y ninguneada por muchos.

El cuerpo de Secretarios Judiciales en su conjunto, se encuentra “a la deriva”, dejándose llevar por el devenir de las reformas y la crisis económica, pero ¿hacia dónde nos conducen dichas reformas y la decadente situación económica?

Pues bien, en primer lugar, la reforma de la LEC que entró en vigor en mayo de 2010, atribuye al Secretario Judicial competencias que, ya se ejercitaban en la sombra, dotando a nuestra figura de un respaldo y reconocimiento en la LEC que a muchos no gustó porque suponía reconocer la labor desarrollada a lo largo del tiempo por los Secretarios Judiciales.

 Dicha ampliación de competencias, desgraciadamente, no vino acompañada una recíproca compensación económica, sino todo lo contrario. A pesar de todo, los Secretarios asumimos dichas competencias, con más o menos dificultades y con más o menos apoyos de nuestros superiores. Las posteriores reformas operadas, fundamentalmente en la LEC, nos han llegado como resultado de la necesidad de dar cobertura urgente a problemas derivados de la crisis (léase reforma de los desahucios, reforma hipotecaria, etc.); modificaciones que nos encontrábamos de sopetón, con  una “vacatio legis” escasa o en algunos casos nula, puesto que fijaban entradas en vigor en el día siguiente de su publicación o incluso el mismo de la publicación. Dichas modificaciones han supuesto para los Secretarios un enorme esfuerzo, puesto que ello implica la necesaria adaptación de modelos en los sistemas informáticos al nuevo articulado, así como la formación a los funcionarios dependientes del Secretario en cada juzgado. Esfuerzo que, nuevamente, se ha realizado por los Secretarios Judiciales en el cumplimiento de nuestro deber y sin apoyo externo, ni del Ministerio de Justicia, ni de Comunidades Autónomas (en el ámbito de competencias transferidas).

 A pesar de las dificultades, queremos más competencias y estamos orgullosos de nuestro trabajo, labor que se desempeña en muchos casos, “contra viento y marea”. Pero nos encontramos con las próximas reformas de la LOPJ en las que la función de superior dirección se atribuye a los Jueces, esto supone un nuevo obstáculo, cuando no un enorme retroceso a situaciones anteriores que nada harán por mejorar la maltrecha Administración de Justicia anclada, tecnológica y sistemáticamente hablando, en el siglo XIX. Otra zancadilla más de tantas, como lo es el veto a la negociación colectiva del Cuerpo de Secretarios Judiciales,  negociación que se atribuyen los sindicatos de funcionarios, que jamás nos representan, ni nos apoyan, pero que sí intervienen en las negociaciones colectivas, eso sí, nunca para respaldar y reivindicar nuestros derechos, sino para perjudicarnos. 

Y así nos encontramos, con más competencias, pero cada vez menos respaldados y valorados, no sólo económicamente, sino también jurídica y colectivamente hablando, puesto que nos hacen sentir poco valorados y 

ninguneados. Sin 8 días de permisos, sin negociación colectiva, sin compensación salarial, cuando a Jueces y Fiscales les están reconociendo todo eso e incluso el cobro por sustitución diaria.

¿Nos estamos convirtiendo en lo que, al igual que alguna generación, en el cuerpo “Niní” de la Administración de Justicia? Es decir:


Ni permisos

Ni negociación colectiva

Ni reconocimiento salarial

Ni cobro por sustitución diaria

Ni,ni,ni…todo lo que quieran añadir porque da la impresión que todavía habrá más.

¿Hacia dónde nos lleva la marea? ¿Hacia la verdadera eliminación y

desaparición del Cuerpo de Secretarios Judiciales?

Deseo que el barco no se hunda porque me gusta mi trabajo y quiero seguir desempeñándolo, pero también exijo un mínimo reconocimiento al que tengo derecho, igual que otros operadores jurídicos pertenecientes a la Administración de Justicia.

¿Nos quedaremos quietos a esperar o actuaremos?